Anticoncepción masculina: la vasectomía

Cuando un hombre tiene claro que no querrá tener hijos, ya sea porque ya ha conseguido descendencia y no querrá más o porque por las razones que sea no quiere tener hijos, tiene una solución quirúrgica que le garantiza, con gran efectividad, evitar embarazos no deseados. Nos referimos a la técnica de la vasectomía o anticonceptivo masculino.

Esta es una técnica sencilla, que no requiere hospitalización y que se realiza con anestesia local con una duración aproximada de 15 minutos. Los efectos secundarios son mínimos, como la aparición de hematomas, un leve dolor testicular y, excepcionalmente, pequeñas infecciones tratables con antibiótico.

La vasectomía o anticonceptivo masculino es la técnica más eficaz para evitar tener hijos. La intervención secciona y liga los conductos deferentes, imposibilitando así la presencia de espermatozoides en el eyaculado. La ausencia de espermatozoides en el semen hace imposible un posterior embarazo, por lo que, excepto en casos puntuales en los que la intervención se revierte de manera natural, la garantía de éxito es muy alta.

Más allá de estos casos en los que, de manera natural, se produce una repermeabilización espontánea, con una nueva intervención quirúrgica también puede revertirse la vasectomía, aunque las garantías de éxito no son tan elevadas: Hay muchos factores que influyen en la correcta unión de los conductos deferentes. Por otro lado, las nuevas tecnologías también ofrecen otras maneras de preservar las posibilidades de una futura paternidad antes de someterse a una vasectomía.

La vasectomía es la técnica anticonceptiva masculina más consolidada. Mediante una sencilla intervención quirúrgica secciona y liga los conductos deferentes para evitar que el semen contenga espermatozoides.

¿Qué es la vasectomía?

La anticoncepción masculina es posible gracias a la técnica de la vasectomía. Es un método anticonceptivo quirúrgico que consiste en la sección y ligadura de los conductos deferentes, cuya función es transportar los espermatozoides hasta los conductos eyaculadores. Con esta intervención se consigue que el semen eyaculado no contenga espermatozoides, eliminando así cualquier posibilidad de conseguir un embarazo.

Es una técnica muy consolidada que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y rápida de hacer, suele durar aproximadamente unos 15 minutos. Tras la intervención el paciente puede irse a su casa y, durante una semana, deberá evitar realizar esfuerzos físicos excesivos para facilitar la cicatrización.

Una vez realizada la intervención, para poder garantizar que el objetivo de la misma es efectivo, se deben dejar pasar unas 25 eyaculaciones. Pasado este periodo se realiza el seminograma post vasectomía, pero antes de confirmar la efectividad de la intervención es aconsejable seguir usando otros métodos anticonceptivos para evitar riesgos de embarazo. Una vez superado este tiempo, se comprueba la pérdida de fertilidad, corroborada por la ausencia de espermatozoides en el eyaculado.

Estas eyaculaciones de margen responden a la posibilidad de que, a pesar de la intervención, en los conductos aún quedan espermatozoides vivos, por lo que en una relación sexual todavía podría haber la posibilidad de dejar embarazada a la mujer.

¿Cuáles son las consecuencias de la vasectomía?

La vasectomía es el método anticonceptivo masculino más fiable, ya que se evita la circulación de los espermatozoides imposibilitando su expulsión en el eyaculado. Por este motivo, la consecuencia más directa va a ser la esterilidad del hombre, aunque es importante recordar que no va a ser inmediata. Incluso después de la operación, quedarán algunos espermatozoides circulando en el líquido seminal. Por ello, los siguientes días, hasta que no se realice un seminograma post operación que lo ratifique, será necesaria la utilización de otros métodos para evitar un embarazo indeseado.

Es un sistema muy definitivo, aunque esto no quiere decir que sea difícil revertir el corte de los conductos. Sólo hay una manera de “deshacer” la vasectomía y es una operación quirúrgica bastante compleja que consiste en la repermeabilización microquirúrgica de los conductos deferentes. Aun así, en los casos en que la casuística personal cambie y tras realizarse una vasectomía el hombre quiera tener hijos, existen otras opciones para poder solucionar la situación.

A través de tratamientos de reproducción asistida es posible conseguir un embarazo sin la necesidad de revertir la intervención, como, por ejemplo, con la fecundación in vitro. En este caso, los espermatozoides se pueden obtener a través de una biopsia testicular.

En cuanto a los riesgos que tiene, es una operación muy segura y la inmensa mayoría de los hombres no tienen ningún problema. Los efectos secundarios más comunes en esta intervención son la aparición de hematomas y dolor testicular leve y, raramente, las infecciones, aunque suelen ser muy leves y tienen fácil solución con antibióticos.

¿Qué probabilidad hay de embarazo con la vasectomía?

Pese a ser un método muy efectivo, la vasectomía no es infalible, por lo tanto, la probabilidad de embarazo después de la operación nunca es del 0%. A pesar de esto, si se siguen las indicaciones del especialista, las probabilidades de embarazo espontáneo debidos a la repermeabilización espontánea de los conductos deferentes son mínimas.

En primer lugar, es importante remarcar que la finalidad de la operación es no permitir el paso de los espermatozoides de los testículos a la uretra pero, después de la intervención, es posible que sigan quedando algunos en el líquido seminal que se estima que se expulsan después de aproximadamente 25 eyaculaciones. Para que no haya imprevistos, puedes acudir a tu médico para que realice exámenes y te avise cuándo puedes dejar de utilizar métodos anticonceptivos.

Más allá de este riesgo ineludible, en algunos casos, mínimos, la repermeabilización espontánea de los conductos deferentes sucede de manera natural, pero el porcentaje de casos que experimentan esta situación es muy excepcional.

¿Cómo se revierte la vasectomía?

La vasectomía puede ser reversible. Si un hombre quiere recuperar la fertilidad puede revertirla mediante una vaso-vasostomía, una intervención quirúrgica con la que se vuelven a unir los conductos separados por una vasectomía. No obstante, así como la intervención de sección y ligadura de los conductos ofrece una efectividad prácticamente absoluta, el éxito de esta intervención depende de muchos factores, siendo el principal el tiempo transcurrido entre la vasectomía y la reversión de ésta.

No obstante, las opciones para prevenir un posible cambio de casuística personal y optar a un futuro embarazo para ser padre, el hombre tiene opciones para preservar su fertilidad. Antes de la intervención pueden congelar su semen y, de esta manera, tener espermatozoides propios conservados para intentar una posible futura paternidad. Además, como hemos comentado anteriormente, una vez realizada la vasectomía también se pueden obtener espermatozoides con una biopsia testicular para, así, poder utilizarlos en posteriores tratamientos de fecundación in vitro.

La vasectomía o anticonceptivo masculino permite evitar con casi total seguridad un embarazo no deseado. Con esta intervención, muy consolidada en el sector médico, se evita que el eyaculado contenga espermatozoides, ya que se seccionan los conductos a través de los que se desplazan.

Con la vasectomía o anticonceptivo masculino se secciona el conducto a través del que se desplazan los espermatozoides, haciendo imposible su presencia en el eyaculado.

No obstante, es importante tener presente que, a pesar de la elevada efectividad de la intervención, el efecto no es inmediato. Lo médicos recomiendan unas 25 eyaculaciones para poder tener garantías de la ausencia de espermatozoides. Asimismo, también recomiendan que, pasadas este número de eyaculaciones, el hombre acuda a su médico para realizarse los exámenes necesarios para poder confirmar que ya no es necesario continuar usando métodos anticonceptivos.

Una vez pasado este período, en un porcentaje muy pequeño, también pueden revertirse los efectos de la operación por causas naturales. En los casos en los que el hombre cambie de opinión y decida, un tiempo después, intentar tener un hijo o hija también puede revertir la vasectomía o anticonceptivo masculino con una nueva intervención quirúrgica o bien puede extraer espermatozoides con una biopsia testicular, siguiendo después un tratamiento de reproducción asistida para buscar el embarazo.

Así mismo, hay una posibilidad de, en previsión a un posible futuro cambio de opinión, preservar la fertilidad masculina antes de la operación. Congelando una muestra de semen se puede conservar en buenas condiciones para, más adelante, usar los espermatozoides para intentar conseguir un embarazo, de nuevo, con una técnica de reproducción asistida.

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